sábado, 21 de enero de 2012

El Beato Monseñor Juan Bautista Scalabrini es una de aquella figuras que asumen contornos cada vez más precisos y sorprendentes, cuando a través del tiempo, de personajes de la crónica se convierten en personajes de la historia. Por su intermedio Dios hizo florecer en la Iglesia y para la Iglesia, como don del espíritu, un nuevo carisma que tiene en el peregrino su espiritualidad y en el servicio al migrante su pastoral específica. Podemos afirmar que los migrantes y los refugiados tienen en el Beato Scalabrini un Padre y un Intercesor para sus derechos y su dignidad ante Dios y los hombres. Al mismo tiempo su testimonio nos invita a una acción caritativa hacia los millones de personas que aún hoy, se encuentran desamparados a causa de los problemas que surgen por la emigración y el desplazamiento forzoso. Los Misioneros Scalabrinianos siguiendo las huellas de su fundador dan gracias a Dios por este don. Y, en la Iglesia que públicamente proclama la actualidad de este carisma, se ponen al servicio del proyecto de reunir a todos los hijos dispersos de Dios alrededor de la misma mesa.

ESCULTURA DE J. B. SCALABRINI EN EL SANTUARIO NUESTRA SEÑORA MADRE DE LOS EMIGRANTES



RELIQUIA DEL BEATO SCALABRINI QUE CONSERVA LA PARROQUIA

HOMENAJE 2011

El 1 de Junio se cumplieron los 106 años de la muerte del beato Scalabrini, padre creador y protector de la gran familia scalabriniana. Recordándolo año tras año, se reunen los parroquianos del Santuario Madre de los Emigrantes, alrededor de la eucaristía y de la mesa comunitara.
Alumnos del Colegio pintaron las tarjetas que fueron distribuidas a los presentes.